Don José Refugio Paniagua Martínez

Mi padre no solo fue un pionero de la demolición en México, sino también el pilar que, con más de 50 años de experiencia, levantó una empresa respetada, reconocida y profundamente admirada en el sector de la construcción.

Hoy, su ausencia ha dejado un profundo vacío... pero también una responsabilidad. Su legado sigue vivo, no en quien presume tener su apellido, sino en quien realmente caminó a su lado, aprendió de él y lo acompañó en multiples proyectos: Alejandro Paniagua, su hijo, quien hoy lleva la empresa a nuevos niveles de profesionalismo, consolidación y excelencia operativa.

Alejandro no solo heredó el conocimiento y la visión de su padre: es el único que cuenta por años y legalmente con la marca “Demoliciones Paniagua”, asegurando así la autenticidad del nombre, la historia y la reputación construida con décadas de esfuerzo.

Lamentablemente, algunas personas ajenas al verdadero legado han intentado apropiarse del nombre sin el conocimiento, la experiencia, ni el respaldo que forjó Don José Refugio. Pero la verdad es clara: solo una persona conoce realmente el “cómo” de la empresa, y ese es Alejandro Paniagua.

La historia no se inventa. La experiencia no se improvisa. Demoliciones Paniagua solo hay una. Y está en las manos de quien honra su legado con hechos, no con palabras.